En medio de las celebraciones en torno al Día Internacional de la Mujer, quisiera hacer un brindis por todas las mujeres chilenas que se ganan el pan día tras día con el esfuerzo que requiere una jornada laboral de 45 horas, lejos de sus casas, y que mantienen la energía para volver a sus hogares y llenar de amor a una familia de la cual son soporte emocional y operativo. Un brindis por todas aquellas que tienen que luchar por sacar adelante a sus hijos solas, en una sociedad que a veces no comprende lo difícil que es lograr esa dualidad de roles.
Un brindis, por las que no pudieron estudiar y supieron buscarse la vida. Un brindis, para las mujeres que vienen a trabajar cuando tienen un hijo enfermo. Un brindis, por las que desde su casa sacan adelante a su familia. Un brindis, por las que sonríen todas las mañanas aunque las cosas no estén bien en su hogar. Uno más, por las que supieron decir “no” frente al maltrato. Un brindis, de todo corazón, por todas las mujeres chilenas que demuestran al mundo, en el silencio de sus labores, que son capaces de llevar las riendas de su propia vida.
Carta al Director publicada en La Tercera (08/03/2009) (.pdf)